
Durante largo tiempo me debatì volver.
En principio alguien me dijo que por què compartìa con el mundo mis recetas, que era mi know-how y que era informaciòn, y que hoy en dìa hasta vale màs que un barril de petròleo (no mis recetas, claro, sino los chismes).
Y luego, de eso, se sumo que abrì mi primer restaurant, ajà, asì como lo oyen (o como lo leen), finalmente, luego de sangre, sudor, làgrimas, mucho trabajo, tropezones, caidas, corridas y todo lo que implicò ser una paracaidista en el rubro, pero con un camiòn de ganas, apoyo y mucha ayuda de los que me quieren, naciò Cusic. Asì que se imaginaràn que mucho tiempo no tenìa de sentarme a escribir.
De esto ya pasaron, dos años y monedas. Siempre me habìa gustado esto del blog y me tentaba volver a escribir, pero si lo hacìa querìa hacerlo regularmente, pero che! tanta exigencia?
Se preguntaràn, lo del know-how? en que quedò? Siempre estuvo esa idea en mi cabeza, pero tambièn habìa otra, y mucho màs convincente para mi: el hecho de que las recetas son un patrimonio de la humanidad, y que si yo pienso en cocina, lo primero que me viene a la cabeza es compartir.
Entonces eran dos ideas muy contradictorias, y me tenìa que inclinar por una...
Adivinen cual elegì?
Nos vemos en el pròximo post, con la Ambrosìa de Petrona!!
Ah! Y tambièn puse una fotito por ahì arriba de mi orgullo: Cusic (El Salvador 6016, Bs.As)